El hombre ha sido un ser reflexivo sobre sus pensamientos y
conocimientos, totalmente capaz de aprender por medio de símbolos. En el primer
capítulo de “Homo Videns” nos propone cómo es que la televisión ha moldeado
esta capacidad, cómo nos ha transformado en seres menos reflexivos.
Al ser expuestos desde niños a la televisión, esta capacidad de cuestionamiento
se ha visto decrecida, el niño se acostumbra a recibir todo procesado y esto
provoca que el niño no tenga un desarrollo completo hacia la edad adulta, si no
que se mantendrá siendo un “niño grande” poco analítico.
Todo el conocimiento del hombre se basa en un mundo intangible, la televisión lleva,
desde su aparición, ha entregado su versión de esta abstracción sin dejar espacio
a cuestionarnos si es cierta o no, al ser expuestos a ella en una etapa de formación.
La imagen debe ser explicada y las explicaciones que la televisión nos ofrece
no son suficientes, el aprendizaje verdadero se encuentra en el raciocino, más
sin embargo la televisión nos ha saturado de información, entregando una nueva generación
que no sabe que hacer con esta.
El libro propone que el cambio fue dado gracias a los avances tecnológicos que
se dieron de forma acelerada, en el caso particular de la televisión no fue lo
suficientemente cuestionado, ¿la acelerada evolución de la televisión ha
resultado dañina o benéfica? ¿ha
empobrecido la capacidad de entendimiento?
Esta es las tesis que presenta el primer capítulo del libro.
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