Poder del Experto
El
poder del experto es cuando una persona muestra el conocimiento que ha
adquirido a través de la experiencia y la práctica, en éste caso Alfonso Cuarón
a sus 51 años nos muestra lo que a base de esfuerzo, dedicación y talento se
puede lograr.
Alfonso Cuarón
• Desde su debut en 1991
con Sólo con tu pareja, Alfonso Cuarón Orozco (México DF, 1961) dio
muestras de ser un cineasta comprometido, con un estilo muy personal. Lo
refrendó con cintas notables como Grandes esperanzas, Y tu mamá también,
La princesita, Harry Potter y el prisionero de Azkabán, y Niños
del hombre, que es considerada una obra maestra. Su nueva cinta Gravedad
causó furor en Venecia y Toronto, se convirtió en uno de los filmes mejor
recibidos del año y ya se puede ver en México. Cuarón consigue la insólita
mezcla de elementos del cine comercial con los del cine de autor para crear un
filme sólido y bellamente realizado.
¿QUÉ CAMBIOS TUVISTE QUE
HACER EN TU FORMA DE PENSAR PARA RETRATAR LA FÍSICA DEL ESPACIO?
Ese fue el reto más grande
desde el principio. Es decir, desde que estábamos concibiendo la coreografía.
Pensaba en cosas desde el punto de vista de la gravedad —del horizonte y el
peso— y era muy extraño. Fue toda una curva de aprendizaje porque esa física es
totalmente contraintuitiva. La forma en que se planean los movimientos se
parece mucho a la animación. Los animadores aprendieron cómo dibujar basados en
el horizonte y en el peso, y fue una gran curva de aprendizaje, con la
participación de expertos que explicaban la física de gravedad cero y lo que
ocurriría.
¿CÓMO TRABAJASTE CON
SANDRA BULLOCK? ¿FUE UN PROCESO MÁS PERSONAL DE LO HABITUAL?
Se involucró mucho desde
el principio. Fue sorprendente verla platicar con los entrenadores, los que
manejan los cables, los acróbatas. Su entrenamiento era muy específico. El
detalle con que Sandra tomó cada aspecto del personaje lo aplicó hasta a sus
respiraciones. Le decía: “Creo que aquí debería haber más pánico”. Y ella
contestaba, “No soy una damisela en apuros”. Yo: “No, pero si yo estuviera en
esa situación gritaría”. Y ella decía “Sí, pero es que tú eres un llorón”
(risas). Eso terminó la discusión. ¡Soy un llorón! No, en serio, creo que como
dice Sandra, era un gran riesgo porque la cinta estaba toda sobre sus hombros,
y fue impresionante verla cómo involucrar al público en su viaje durante 90
minutos.
¿CÓMO LOGRASTE EL BALANCE
ENTRE IMAGEN, SONIDO, DISEÑO VISUAL, ATMÓSFERA E HISTORIA?
Bueno, todas son
herramientas para plasmar el viaje emocional. Cada una, por sí misma, no tiene
sentido. Es decir, son atractivas, pero no comunican las emociones. Así que
todas trabajan para lograr el objetivo. Creo que el guión era sólido en
términos de estructura. Desde el momento que terminamos el primer boceto, muy
pocas cosas cambiaron. Pero lo que cambió mucho fue el viaje emocional, gracias
a Sandra y George. Y de muchas maneras, fue el gran crisol en el que todos los
otros elementos se fusionaron. Aunque la película suena muy tecnológica, al
final fue una gran colaboración entre artistas, Emmanuel Lubezki es un artista
por derecho propio. Y con su hermoso trabajo ayudó a encontrar la esencia que
es ese núcleo humano que ocurre con los actores. Fue un proceso muy armónico.
¿CÓMO FUE TU EXPERIENCIA
CON LOS ASTRONAUTAS DE LA NASA? ¿TE AYUDARON A LOGRAR LO QUE DESEABAS?
Bueno, para mí fue una
lección de humildad, porque puedes escribir toda una ficción, pero de repente
ahí estás hablando con personas que lo han hecho en la vida real. Obviamente,
hay cosas que enriquecieron el guión. En nuestro primer tratamiento teníamos
ciertas escenas, y al comenzar a platicar con un astronauta nos dimos cuenta de
varias equivocaciones. Había cosas que jamás podrían pasar. Y aunque esta
película no es un documental —es ficción—, quisimos que en el marco de esa
ficción todo fuera plausible. En definitiva, con la física del espacio tratamos
de ser superexactos. Pero en otras cosas, hay tantos aspectos técnicos en
términos de órbitas y trayectorias y tanta física relacionada con el viaje al
espacio, que tuvimos que ejecutar algunos saltos en términos de ficción. Pero
la verdad es que si hablas con ellos por mucho tiempo, ya no te importa la
película. Lo que quieres oír es lo que han vivido, quieres el detalle, y es
sorprendente. En la vida real, tienen cientos de procedimientos para cada cosa
que sucede. En 40 años de exploración solo ha ocurrido un puñado de incidentes.
Hay misiones todo el tiempo y van al lugar más hostil en que haya estado un
humano. Lo logran porque están muy bien entrenados y no solo para hacer lo que
se supone deben hacer. Son personas notables, gente muy calificada. Frente a
ellas te sientes estúpido, te sientes como un director de cine (risas).
TE INSPIRASTE PARA
ESCRIBIR GRAVEDAD LUEGO DE LEER EL GUÓN DESIERTO, DE TU HIJO,
SOBRE DOS INMIGRANTES PERDIDOS EN EL DESIERTO.
Sí. Jonás me dio Desierto
para que le hiciera observaciones, lo leí y me dije, “Bueno, no tengo tantos
comentarios, pero quiero que me ayudes a escribir algo así”. Lo que quería era
escribir algo que te mantuviera al borde del asiento, que fuera muy tenso, un
viaje de mucho suspenso. Pero, al mismo tiempo, un viaje profundo, intenso,
emocional, con muchos elementos temáticos que se contaran con metáforas
visuales, así que le pedí que me ayudara a hacer algo así y fue una gran
experiencia.
EN LA PELÍCULA MUESTRAS A
LA GENTE DEL ESPACIO Y NO LA DE TIERRA. ¿FUE UNA DECISIÓN CONSCIENTE?
Sí. Eso rompería con la
relación casi existencial que tienes como espectador con el personaje de
Sandra. Puedes ver la película como una gran metáfora. Es una película sobre la
mujer. Olvídate que es del espacio, es sobre una mujer que confronta todas
estas adversidades que la apartan cada vez más del contacto humano y de
cualquier sentido de vivir. Aun cuando pierde la esperanza, hay una parte de su
cerebro que dice “me estoy rindiendo”. Y hay algo que hace que la especie siga
adelante. La vida sigue. Esa es el ansia de vida. De muchas formas puedes ver
que hay una metáfora que se usa como el viaje interior de una mujer, pero en
lugar de que el viaje suceda en una ciudad, en un apartamento, sucede en el
espacio.
HAY ALGUNOS TEMAS COMUNES
ENTRE GRAVEDAD Y NIÑOS DEL HOMBRE. ¿PIENSAS QUE PODRÍAS HABER
HECHO ESTA CINTA SIN REALIZAR LA ANTERIOR?
Buena pregunta. Es medio
difícil de contestar. Mira, ambas son una especie de road movies. Una es
en el espacio y la otra en la Tierra. El proceso de Niños del hombre también
me llevó a un viaje de adversidades personales. El punto de partida, cuando
comenzamos a trabajar en este guión, fue uno de esos periodos en tu vida donde
todo es difícil. Y cuando empecé a trabajar con Jonás y decidimos hacer esta
película sobre el espacio, hablamos sobre el tema de un conjunto de
adversidades y la posibilidad de renacer. En otras palabras, quizás me apegué a
la película con la esperanza de que lo habría, lo que significa un nuevo
conocimiento. Así que, en ese sentido, creo que hubiera sido imposible solo con
base a la experiencia.
FUENTE:
http://www.milenio.com/cdb/doc/noticias2011/21e40cd6434b1983cd2f4ec1604cd209
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