El contrato del dibujante (Maubert

Desde el primer plano de la película podemos identificar fácilmente el estilo compositivo y de iluminación que usaron en la película: el claroscuro característico del Barroco. Ya que la historia del Contrato del Dibujante se sitúa en el siglo XVII, era natural elegir un estilo fotográfico que representara el estilo pictórico usado en esa época, donde la mayor preocupación era el estudio de la luz y el volumen. La saturación de elementos (destacando siempre con la luz al centro de atención) recuerda a las pinturas de Caravaggio y Rembrandt  y el horror vacui típico de la época.
 La iluminación es muy “natural” porque intentan hacer parecer que todo está iluminado o por el sol o por la luz de las velas.Los planos son en su mayoría estáticos (en tripie) y las tomas son exageradamente largas, potencializando el look de pintura barroca que querían transmitir. La paleta de color es algo reducida y monocromática, basándose más en los distintos tonos que la luz otorga a la piel y a los ropajes


La fotografía de "El contrato del dibujante" logra una plástica muy interesante donde la composición y la iluminación llegan a ser más poderosos que el mismo guión.